Continuamos trabajando la lírica. Hoy vamos a disfrutar leyendo algún poema. A continuación tienes algunas recomendaciones de autores y páginas de poesía. Cuando encuentres algún poema que te encante, cópialo en los comentarios a esta entrada, incluyendo el nombre del autor y el tuyo. Así el lunes podremos trabajar los poemas que vosotros mismos habéis escogido.
- Poetas recomendados (pincha sobre el nombre y se abrirá la página):
Todos estos enlaces proceden de la página Ciudad Seva.
- Si has encontrado algún poeta que te ha gustado, puedes acceder a otras páginas de poesía en las que hay más poemas de ese autor. Son las siguientes:
Los suspiros son aire y van al aire.
ResponderEliminarLas lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Bécquer
Este poema lo hemos escogido Iván Alonso y Elisabeth pérez
Cuando en la noche te envuelven
ResponderEliminarlas alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho
diera, alma mía,
cuanto poseo:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!
Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento,
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!
Cuando enmudece tu lengua,
y se apresura tu aliento,
y tus mejillas se encienden,
y entornas tus ojos negros,
por ver entre tus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero:
¡la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo
Hilee :D
Lo escribio Gustavo Adolfo Becquer
Mario Benedetti
ResponderEliminarTengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
Este poema lo hemos elegido Iván Alonso y Elisabeth Pérez
Gustavo Adolfo Bécquer
ResponderEliminarBesa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en Occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza,
y hasta el sauce inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.
Esta noche al oído me has dicho dos palabras
ResponderEliminarcomunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo -¡oh, qué bella, la vida!-
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
Alfonsina Storni
Naomi :D
Los suspiros son aire y van al aire.
ResponderEliminarLas lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Becquer
breen <3¡
La luna tiene dientes de marfil.
ResponderEliminar¡Qué vieja y triste asoma!
Están los cauces secos,
los campos sin verdores
y los árboles mustios
sin nidos y sin hojas.
Doña Muerte, arrugada,
pasea por sauzales
con su absurdo cortejo
de ilusiones remotas.
Va vendiendo colores
de cera y de tormenta
como un hada de cuento
mala y enredadora.
La luna le ha comprado
pinturas a la Muerte.
En esta noche turbia
¡está la luna loca!
Yo mientras tanto pongo
en mi pecho sombrío
una feria sin músicas
con las tiendas de sombra.
Federico García Lorca
Naomi <3
Esta noche al oído me has dicho dos palabras
ResponderEliminarcomunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo -¡oh, qué bella, la vida!-
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
Amiga:
ResponderEliminarDile que ya le olvidé
dile que todo acabó,
que lo que sufrí por él,
el tiempo ya lo borró,
que en la sangre de mis venas,
no hay ni una gota de amor,
que aunque me ahogue en las penas,
el no estará en mi corazón.
dile que no se preocupe,
dile que ya le olvidé,
aunque con él al final,
supe lo que era querer.
dile que ya no le quiero,
dile que no me acuerdo de él,
que no me acuerdo de aquél beso,
con el sabor de la miel,
y esos ojos que al mirar,
resonaban en mi corazón.
y dile si es necesario,
que le odio con horror,
cuéntale que soy feliz,
y que ahora estoy con otro porfin,
que me ha devuelto la ilusión.
Pero por dios no le digas,
que con él sigo soñando,
que al llegar la mañana,
me despierto llorando,
Pues entonces comprenderá
Que todavía los sigo amando
Y aunque se que lo he perdido,
y que nunca lo tendré,
en mi alma guardo un sitio,
por si él quiere volver.
Liliana